Cuelga-lá se creó por tres socias, amigas y compañeras: Gabriela Fischbarg, Marina Sapolsky y Marcela Mosovich.
Evocando las viejas cortinas de verdulería de tiras de plástico nació la idea de generar objetos de diseño a partir de tiras, partiendo de una morfología super lineal y creando objetos casi artesanales; la línea y el nudo son los generadores de este emprendimiento.
Se hizo una selección de una paleta de colores vivos, llamativos, combinados en forma complementaria y engamada.
La idea de las cortinas es generar una división de espacios, mediante colores y texturas, impidiendo ver a través pero con la posiblidad de pasar a través de ellas.
Las pantallas generan una luz muy tenue, o como nos gusta decirle a nostras, las pantallas son atenuadoras de luz. Las tiras de color y la luz generan un espectro de calma y bienestar.
Las lamparas son un producto que continúan con la filosofía de una geometría pura, sencilla y clara al ojo. La funcionalidad enmarcada en cada decisión y mostrada con total sinceridad. La transparencia delata el propósito que compone cada parte. El color es el actor principal destacado para dar el mensaje que cuelga-la desea dar. Las cosas como son.
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